Por Walter Aldana
Después de muchos ires y venires, con la presencia de la senadora por la circunscripción especial indígena, Ayda Quilcué, el senador Robert Daza y los representantes Jorge Bastidas, Hermes Pete y Juan Pablo Salazar, gran bancada de nuestro departamento (faltando el senador Paulino Riascos y el representante Orlando Castillo), se realizó la jornada de discusión del Pacto Histórico Cauca, el pasado domingo 26 de febrero, con la participación física de este bloque Caucano nunca antes con tan numerosa representación de un proyecto político.
Cada partido, movimiento y organización social ha venido desplegando sus actividades internas para definir quiénes de su fuero interno son sus pre-candidatas o pre-candidatos a juntas administradoras locales, concejos municipales, alcaldías y gobernación, en representación de ese bloque popular que se jugó a fondo en las elecciones de congresistas en marzo del 2022 y en las presidenciales de mayo y junio, con el resultado positivo y triunfador conocido por la opinión pública, que coloca al Pacto Histórico como la primera fuerza, social, política y electoral, la esperanza conocida como «Colombia potencia mundial de la vida».
El reencuentro del pasado domingo es la señal clara de mantener la firme decisión de aterrizar en el departamento y en los municipios las bondades de las reformas estructurales convertidas en leyes de la República, en los tres pilares señalados por el presidente Petro el 19 de junio, día del triunfo: el ambiental, la paz total y el desarrollo de la constitución del 91. Es muestra, además, de la firme convicción de hacerlo con lideresas y líderes jugados en el proceso comunitario, medidos en las calles y en los seminarios ideológicos y políticos. Es un NO rotundo a candidatos «prestados» o «impuestos», traídos como reencauche de la política y los partidos tradicionales.
Inicia el comunicado público emitido por los participantes en el evento afirmando que «en el Cauca el cambio será posible»; y cierra con un mensaje claro: «radicalmente decimos: no somos continuismo, somos fuerza de cambio». Quiere decir ello, que el Pacto Histórico tendrá un candidato o candidata a corporaciones de nominación unipersonal (gobernación y alcaldías), y listas propias a la asamblea departamental, a los concejos municipales y a las juntas administradoras locales.
Con esta postura el Pacto Histórico en Cauca ratifica su condición unitaria, su interés por cautivar a las ciudadanías libres, la necesidad de definir desde la casa grande para que, determinados sus voceros a las corporaciones, se implemente una amplia política de alianzas, de fuerzas coincidentes con los cambios necesarios hoy para mejorar las condiciones de vida digna. No sólo acuerdos para sumar votos, consensos para el cambio.