Foto: Juan Manuel Corzo, presidente del Senado de la República. / tomada de senado.gov.co
La Presidencia del Senado en cabeza de Juan Manuel Corzo se ha caracterizado por ser una de las más cuestionadas. Desde sus primeros días en el cargo, Corzo propuso una reforma constitucional para devolverles a los congresistas la inmunidad parlamentaria y a lo largo de su período incluyó reformas que mostraron su hoja de ruta: buscó que senadores y representantes pudieran ser ministros y embajadores sin tener que renunciar a su curul; darles la facultad para controlar y hacer debates a los particulares que contraten con el Estado y que sus colegas tuvieran más libertad para cambiar la carta magna, sin que la Corte Constitucional se pudiera pronunciar al respecto, además de devolverles el control administrativo del Senado al secretario general Emilio Otero y al director administrativo Omar Velásquez, facultades que el senador Armando Benedetti, su antecesor les había quitado. El clímax de su agenda llegó con la recién hundida Reforma a la Justicia, que parecía hecha y conciliada a su medida.
Juan Manuel Corzo Román ha militado dentro del Partido Conservador desde el inicio de su carrera, primero como concejal de Cúcuta en 1992, de donde saltó a la Asamblea Departamental de Norte de Santander en 1995, para finalmente llegar a la Cámara de Representantes en 1998 y quedarse en el Senado desde el año 2003. Con el paso del tiempo Corzo ha logrado amasar una buena parte del poder en su departamento, con fuerte influencia en la alcaldía de Cúcuta y la Corporación Autónoma Corponor.
Corzo se suma a la larga lista de presidentes del Senado que han sido investigados por la Corte Suprema de Justicia por vínculos con la parapolítica como Dilian Francisca Toro, Nancy Patricia Gutiérrez, Mario Uribe, Miguel Pinedo, Armando Benedetti y Luis Humberto Gómez Gallo. Pero Corzo ha generado más indignación que todos, especialmente cuando él mismo aseguró en los medios de comunicación que su salario de 16 millones de pesos no le alcanza para tanquear los dos carros que utiliza frecuentemente. «Yo ando en un solo carro y me toca meter a tres o cuatro escoltas ahí porque no tengo cómo pagar gasolina de dos vehículos. Y lo digo con sinceridad», argumento con el cual defendió la decisión de revivir el subsidio de gasolina para los congresistas, que hoy le cuesta a los colombianos un rubro de 350 millones de pesos al mes (ver documento).
Uno de los senadores que hoy se encuentra inconforme con su gestión y que pide reserva de su nombre, dice que extrañamente durante todo el período de Corzo se hicieron contrataciones a asesores externos de las Unidades de Trabajo Legislativo, cuando esta modalidad nunca antes se había dado, además de que en los últimos meses han ingresado personas con salarios altos (ver listado).
Juan Manuel Corzo entrega la presidencia del Senado en medio del caos que desató la aprobación de la reforma a la justicia, que puso una vez más en entredicho la gestión del Congreso de la República en su conjunto. Según la última encuesta de Datexco, publicado por el diario El Tiempo y la W Radio,el legislativo cuenta hoy con un 76% de imagen desfavorable. Revertir esa falta de credibilidad es la tarea que Corzo le deja al presidente entrante, Roy Barreras.
/ Oscar Fernando Sevillano