El propósito de la empresa minera de desviar el río Ranchería no es un propósito caprichoso y sin trascendencia, es un propósito con importancia económica para ellos. Cerca de 26 y medio kilómetros es la pretensión del desvío. El propósito es sacar 500 millones de toneladas del cauce y de sus adyacencias. Eso les permite una utilidad incalculable, no se conoce el monto. Y que eso le traería 40.000 empleos a La Guajira y que habría más ingresos de regalías.
Quieren una nueva concesión de treinta años más de explotación en más de 70.000 hectáreas. Dicen que esa cantidad la pueden sacar en ocho años si desvían el río.
Harían esa inversión las nuevas empresas Billiton, Xstrata y otras, asociadas en la figura de Cerrejón Límite. Dicen que sacan su utilidad, la inversión hecha, y que luego venden el excedente del carbón en el territorio a otras empresas.
Quieren el río porque encuentran un manto muy tejido de 500 metros de profundidad y muy extendido, situación que les ofrece mayor economía en la extracción del mineral.
Las empresas extranjeras que explotan el carbón de La Guajira, en pleno acuerdo con el gobierno, van a desviar el curso del río Ranchería, única fuente hídrica de importancia en ese territorio. Cira Eneida Ortiz, conocida dirigente social de esa región, nacida en el epicentro del Cerrejón, relata el drama comunitario (que presentamos en dos entregas sucesivas). Entrevista de Álvaro Delgado.
Cuando hicieron las exploraciones, por allá en la década del 70 del siglo pasado, yo era una niña. La bola que hicieron correr era que habían hecho unas exploraciones y que el mejor carbón estaba en esa zona, que ese carbón estaba a flor de tierra y que podría haber diamantes.
Carbocol tenía esa zona como reserva para los tiempos de dificultad en los precios del carbón a nivel internacional. Pero la ambición es desmedida y ya hoy no piensan dejarlo en reserva, más bien dejar en reserva otros sectores y sacarle la utilidad en el momento.
En el año 2000 –no está preciso– Colombia hizo venta de derechos sobre el territorio que representaba Carbocol, y le vendió esos derechos al socio Intercor en 400 millones de dólares. Al cabo de un año la Intercor negocia con la actual Cerrejón Límite. Por boca del gerente, Hernán Martínez (ministro de Minas que después llegó a ser presidente de Intercor) informó en una reunión de gerentes que esa transacción comercial había robado a los socios una utilidad de 25.000 millones dólares.
Antes de la explotación de Cerrejón La Guajira estaba en cero riesgo sísmico. Hoy está por encima del 5% de riesgo, no solamente por la minería del Cerrejón sino por la succión del gas. Nos ha quedado desplazamiento, ruina. Nosotros, de vocación de campo, de cría, de cultivos, fuimos desplazados, estafados. Nos tocó entregar cerca de 5.000 hectáreas. Esto con la venia del Estado colombiano, que da ventajas para empresas y desventajas para las comunidades.
Hoy hay más fortaleza, el sentido de que la pertenencia es nacional. Todo el mundo hoy está en las mismas circunstancias. Hay un movimiento de la Tierra en torno a los mineros del mundo, frente a una explotación de los recursos naturales que no previó las circunstancias de desprotección en las que quedamos nosotros y nuestros territorios.
Ya La Guajira ha reaccionado frente a lo del río. El Ministerio del Interior, a través del Departamento de Consulta Previa, se ha aprovechado de la desinformación del wayúu no letrado. La empresa, a efecto de sensibilizar a las comunidades frente a esta opción, lleva a facilitadores que manejan las cosas en el lenguaje; son wayúu, de los que llevan ocho años en la empresa, y a través de estos facilitadores wayúu han logrado persuadir a la gente, y de 115 comunidades que dice el Ministerio que existen y que son sujetos de consulta previa, hay acuerdos firmados para protocolizar con 103 de ellas. No es que sean la mayoría. Esa es una farsa del Ministerio del Interior. El río tiene cauce en nueve de los catorce municipios del departamento, todas ellos poblados de comunidades negras y afrodescendientes, al menos el 80% de la población.
En la cabecera del río hay indígenas kogui, arzarios o iwas, que fueron excluidos de la consulta previa. Tienen incidencia en la cultura del río porque ahí hacen sus pagamentos, desde la cabecera hasta la caída del río en el mar Caribe. Las otras comunidades afrodescendientes también han sido excluidas y muchos ribereños de la margen izquierda del río, donde se han adelantado las consultas previas, también son comunidades desconocidas por Mininterior.
/ Por Álvaro Delgado