Foto: Emilio Otero, secretario del Congreso | tomada de elheraldo.co | Johnny Hoyos
Nadie en Colombia imaginó el poder que llegarían a ostentar los secretarios de Senado y Cámara de Representantes al delegarles funciones propias de los presidentes de ambas corporaciones. A eso se suman sus reelecciones indefinidas del cuestionado secretario del Senado Emilio Otero quien ha estado en el cargo desde el 2002.
Las funciones administrativas que hoy tiene el secretario general del Senado no le son propias. Estas las puede asumir directamente el presidente de esta corporación como sucedió cuando Armando Benedetti estuvo en esa posición y asumió directamente las contrataciones y el manejo político. Con la llegada de Juan Manuel Corzo a la cámara alta del legislativo, las facultades que su antecesor le arrebató al secretario general le fueron devueltas e incrementadas en lo político.
Es así como actualmente a la Secretaria General del Senado de la República acuden no solamente los parlamentarios, jefes de partidos, asesores, sino también ministros, viceministros, con el fin de hacer algún tipo de lobby para que los proyectos de ley logren salir avante evitando tropiezos en el camino.
Y es que otra función que se le ha delegado a Otero es el manejo de la agenda legislativa, pues es él quien decide cómo se desarrolla el orden en las sesiones y tiene la última palabra en el momento de hundir un proyecto o sacarlo adelante.
El dueño de las prebendas
Los senadores suelen tener buenas migas con el Secretario General, en este caso Otero porque es el quien les ayuda a la hora de contratar personas que se vinculan a las nóminas paralelas a través de las comisiones. Es él quien les otorga los carros y los debidos permisos para que circulen en momentos de restricción vehicular y fácil parqueo. Además es la persona que otorga las contrataciones que requiere el Congreso para su debido funcionamiento, las que muchas veces son recomendadas por los mismos parlamentarios, quienes de paso cobran una comisión por la gestión.
Es así como en el último año a través de la Secretaria General del Senado se contrató un nutrido grupo de asesores para las unidades de trabajo legislativo de los senadores, con sueldos bastantes altos. No se sabe si estos asesores prestan sus servicios en la corporación o hacen parte de compromisos políticos de los parlamentarios con personas ajenas al Congreso de la República (ver documento). La adjudicación de los carros y los permisos de circulación es otra de las gabelas que acercan a los senadores con Otero.
Es claro que todos los parlamentarios requieren de un vehículo, lo que no es claro es para qué son los permisos. Según un listado que conoció www.arcoiris.com.co el número de permisos en ocasiones es mayor al número de vehículos asignados. Es así como el senador Nerthink Mauricio Aguilar, quien tiene dos carros a su nombre, recibió 2 permisos para circular libremente en Bogotá y 5 en Bucaramanga. El mismo caso sucede con Jorge Eliecer Ballesteros con tres carros asignados y 6 permisos a su nombre, uno de los cuales no específica el lugar de circulación.
Sin embargo los casos que más llaman la atención son los de Jesús España Vergara, secretario de la Comisión Séptima de Senado, quien tiene un permiso a su nombre, los mismo que su hija, quien no figura en la lista de funcionarios, aun así se le otorgó un permiso para que su auto pueda rodar en Bogotá sin ningún impedimento. La misma situación se presenta con personas que laboran en las oficinas administrativas del Senado y que no tendrían por qué tener este tipo de beneficios como lo demuestra otro listado (ver documento).
¿Cómo será la elección?
A la convocatoria para ocupar la secretaría del Senado respondieron 146 aspirantes y para la de la Cámara, 27 (ver listado de aspirantes), y para esto el Consejo de Estado emitió un concepto en los últimos días, donde dice que debe hacerse de manera pública, lo que dificulta las cosas porque durante el acto de instalación de las sesiones no habría el suficiente tiempo para escuchar en plenaria a quienes se postularon y así garantizar una sana elección. Por esta razón el senador Armando Benedetti pide el aplazamiento de la elección, para que las plenarias tengan la oportunidad de conocer a los aspirantes, escuchar sus ideas y propuestas y así mismo elegir a la mejor opción.
Hasta el momento no se conocen nombres fuertes que puedan dar la pelea por el cargo, sin embargo fuentes consultadas por www.arcoiris.com.co aseguran que el abogado Antonio Segundo Martínez Hoyer cuenta con el respaldo de Emilio Otero, quien en estos momentos se encuentra haciendo proselitismo a su favor.
Por su parte, la senadora del Partido Verde Gilma Jiménez propone una reforma a la ley Quinta mediante la cual se rige el Congreso de la República, que permita corregir la manera de elegir a las mesas directivas, para que estas se definan en audiencias públicas, previa revisión de las hojas de vida por parte de la Comisión de acreditación, y que de paso se pueda vigilar la labor de quienes ocupen estos cargos.
/ Oscar Fernando Sevillano