Foto: Temístocles Ortega, gobernador del Cauca. | tomada de elliberal.com.co
Temistocles Ortega ya fue Gobernador del Cauca, fue el primero por elección popular en 1992 y actualmente repite en el cargo. No le ha tocado fácil esta vez. El agravamiento del conflicto armado en territorio indígena, particularmente en el norte del departamento, es uno de sus mayores problemas. Tanta tragedia lo ha llevado a plantear que allí está el mejor escenario para hacer la paz.
Ortega viene de la provincia caucana, del sur, nació en Mercaderes, y su liderazgo surgió en la época de estudiante de Derecho en la Universidad del Cauca, de donde se graduó en 1979 con tesis de honor. Ha recorrido la vida pública, tanto en responsabilidades de gobierno como en el sector judicial. Por eso su palabra es importante.
En esta entrevista reivindicó los derechos de las comunidades indígenas, las vías del dialogo y la construcción de acuerdos con el Gobierno nacional. Su papel hoy en medio de la crisis que vive su departamento es el de facilitador en medio de las tensiones.
Gobernador Temistocles Ortega, ¿qué se puede hacer en el corto plazo, en la delicada situación del norte del Cauca, con las exigencias del movimiento indígena?
Posicionar el dialogo como el método a través del cual se pueden lograr acuerdos y consensos, no dejar de dialogar, esto permite que las posiciones, cualquiera que ellas sean, se discutan y que no hayan distancias. No hacerlo, implica que cada una de las partes esta haciendo por su lado lo que considera conveniente, y esto puede terminar en confrontaciones que nadie quiere en el Departamento del Cauca.
Se debe tener claro que hay una posición indígena que ha venido reivindicando sus derechos; que hay que sentarse a hablar sobre esto, que son temas estructurales, son de fondo, sobre los cuales, en el pasado no se ha hecho un examen tranquilo y por eso cada cuanto saltan a la palestra cuando se presentan dificultades.
Se requiere inversión social, que las comunidades sientan un Estado amigable, que hace presencia no solamente con las entidades de control social y de confrontación con la subversión, sino que igualmente está para atender las múltiples y viejísimas necesidades de las comunidades indígenas.
¿Considera viable la demanda de las comunidades indígenas, de que la Fuerza Pública se aleje un poco de los sitios más poblados, de los cascos urbanos?
Sabemos si es viable o no, repito, en la medida en que se dialogue sobre ese tema, en el marco de todos los componentes, no solamente decir: no aceptamos Fuerza Pública en el territorio, y tampoco solamente decir: no retiramos la Fuerza Pública. Dialogar para poder examinar conceptos como: autonomía, territorialidad, gobierno propio, autoridades propias y cómo se relaciona toda esta autonomía consagrada en la Carta Constitucional con el deber del Estado de garantizar la vida, honra y bienes de todos los ciudadanos y ciudadanas. Un dialogo a fondo sobre todos los temas que están en el debate permite encontrar las formas para garantizar de parte del Estado la seguridad y la convivencia en los territorios indígenas y por otro lado, se garantiza que las comunidades indígenas puedan ejercer plenamente sus derechos.
El gobernador del Cauca Temistocles Ortega reivindicó los derechos de las comunidades indígenas, las vías del dialogo y la construcción de acuerdos con el Gobierno nacional. En esta entrevista con Luis Celis, de Arco Iris, aseguró que su papel hoy en medio de la crisis que vive su departamento es el de facilitador en medio de las tensiones.
Gobernador, usted ha dicho que tiene el compromiso de apoyar y promover la paz en el Cauca, jugar de manera propositiva, ¿que aspectos considera prioritarios?
El principal problema del Cauca, como lo es del país, es el conflicto armado, allí están radicadas buena parte de las desgracias de este país y del Cauca, y si uno los deja de lado no está siendo responsable con la tarea para la cual fue elegido. En ese contexto, yo he procurado una estrategia de cultura de paz, para que la paz sea una exigencia de los caucanos en cualquiera de nuestras actividades sociales y en cualquiera de nuestros ámbitos territoriales; si nosotros trabajamos todos por la paz, por esa vía podemos rechazar la violencia, podemos hacer sentir a los violentos, de todas las especies, que no solamente están luchando contra el estado, sino que hay una sociedad que los rechaza y en consecuencia presiona para que se de una salida al conflicto, una salida que yo creo que debe ser política.
Las comunidades indígenas, Afros, campesinas están muy preocupadas por el tema de la Minería, ¿usted como ve este tema en el Cauca?
Es muy preocupante, muy preocupante, por que la minería legal, aquella que ha sido autorizada por el Estado, autorizaciones que se hacen por razón de competencia en Bogotá y de la cual no tenemos conocimiento ni los alcaldes, ni el gobernador, minería que llega a hacer su trabajo legitimo y genera dificultades, de orden social, de orden publico, de orden ambiental sin duda alguna. De alguna manera, genera un impacto muy importante en las comunidades que antes estaban tranquilas, dedicadas a sus cultivos agrícolas.
Y de la minería ilegal ni hablemos. En poder de las FARC, de bandas criminales, de delincuencia común, genera todo tipo de desorden social, todo tipo de delincuencia, de violencia, de distorsión de la economía de las comunidades, de rompimiento muy fuerte del tejido social y eso esta sucediendo en el Cauca. Por lo tanto, hay que ofrecer una política pública, coordinada con alcaldes y gobernador, para el caso del Cauca es absolutamente urgente.
¿Como ve la posibilidad de generar diálogos entre el movimiento indígena y los empresarios del Valle, que tienen sus grandes negocios de agroindustria, pero el interés común de proteger el agua, amenazada por la minería? ¿Usted puede apoyar en este dialogo?
Ya lo estamos haciendo. De tiempo atrás hay un dialogo constante con las comunidades indígenas y los empresarios del norte del Cauca, hay unas iniciativas conjuntas muy importantes: en café, en cultivos de caña, en cultivos de pan coger. Estamos, igualmente, en diálogos de comunidades indígenas con comunidades afrodescendientes y campesinas, para evitar las confrontaciones que hay en el Cauca por el motivo de la tenencia de tierras. El tema de la tierra en el Cauca es histórico y se presentan de manera periódica enfrentamientos. Hay afortunadamente la conciencia del dialogo y de buscar salidas para generar niveles de confianza entre estas comunidades, eso ha hecho posible un margen de tranquilidad para que la economía del departamento no se sienta tan afectada en medio del conflicto armado, que es grave en el departamento.
Uno siente que el país urbano, no entiende lo que pasa en el Cauca, ¿usted como su gobernador que mensaje quisiera compartir con el país?
Tengo la impresión que el país urbano no entiende al Cauca, buena parte del país tampoco lo conoce, en el Cauca hay unas comunidades indígenas altamente organizadas, con una clara conciencia de sus derechos, que los ejerce, en ese ejercicio de los derechos tiene imbricaciones con los derechos de otras comunidades. Si esa exigencia de derechos se resuelve por las vías civilizadas, por la vía pacifica, del dialogo, en el Cauca esta el mejor escenario que hay en el país para hacer la paz.