/ Por Wilmar H. Gómez Agudelo* Para quienes trabajamos en la identificación y construcción de condiciones y oportunidades para que las comunidades decidan y accedan real y efectivamente al desarrollo, es alentador que el Estado colombiano y la insurgencia armada que le enfrenta hace varias décadas hayan decidido explorar caminos de solución concertada al conflicto armado que asola las veredas y ciudades colombianas.
Por ser nuestro trabajo el diagnóstico de las condiciones socioeconómicas de la población tolimense y la construcción de las articulaciones institucionales, sociales y comunitarias para superar la extrema pobreza de la gran mayoría de los habitantes del Tolima, llamamos a la institucionalidad pública y privada, las instituciones educativas, los gremios económicos, los medios de comunicación, las iglesias, las organizaciones de jóvenes, mujeres, productores, sindicatos y demás expresiones de la sociedad civil, así como a las autoridades militares y civiles, para que entre todos y en todo el territorio del Tolima y la nación adelantemos un “Diálogo Social” simultáneo a las conversaciones entre las fuerzas armadas institucionales y los combatientes de la insurgencia que se celebrarán en Oslo – Noruega.
Adelantar un “Diálogo Social” simultáneo a las conversaciones entre el Gobierno nacional y la guerrilla de las Farc propone Wilmar Hernando Gómez Agudelo, director del Programa de Desarrollo y Paz del Tolima, en el que confluyan diversas instituciones públicas y privadas.
Como entendemos que la Paz, como silenciamiento de los fusiles, es una condición para el desarrollo y la construcción social de los territorios, pero no la única, vemos en el proceso de negociación política del conflicto armado la posibilidad de que la sociedad civil sea protagonista de primer orden en espacios nacionales en los que múltiples y diversas expresiones de la sociedad civil puedan discutir sus visiones de desarrollo para un país…
…cuyo sistema de salud no deje más muertos que el mismo conflicto armado.
…con un modelo de educación que no excluya a millones de colombianos sin enseñar por lo menos que se tiene derecho a una educación de calidad.
…con agua potable y saneamiento básico en la zona rural y en las ciudades para que nuestros niños y niñas no tengan que faltar a la escuela por ir en busca del agua o exponer su intimidad buscando una letrina en la noche.
…con una malla vial rural y urbana que no haga preferible no cosechar los productos, porque ningún precio de venta compensa los fletes de transporte por verdaderos caminos de herradura.
Un país en el que quepan Fernando Londoño y Piedad Córdoba sin que sus vidas corran peligro.
Un país con oportunidades reales de trabajo para que su incorporación a diferentes grupos armados no sea la única fuente de ingresos.
…en el que los proyectos de desarrollo sean decididos participativamente por las comunidades en sus territorios y no por planificadores que ignoran que Colombia es un país multiétnico, multicultural y biodiverso.
Un país cuyo sistema de justicia por su agilidad, imparcialidad y estabilidad jurídica no deje espacio a cadenas interminables de venganza y odio.
…con la fortaleza institucional para asegurar a las víctimas la reparación con base en la garantía de la verdad y la no repetición.
Un país garante de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales, en el marco de un modelo de desarrollo concertado sin exclusión y con participación real de la sociedad civil en la toma e implementación de decisiones que la afectan.
*Director del programa de Desarrollo y Paz del Tolima -Tolipaz-