Gustavo Petro en su primer año de mandato

Foto: Gustavo Petro, alcalde Mayor de Bogotá, durante su primer rendición de cuentas | tomada de bogotahumana.gov.co

/ Por Oscar Fernando Sevillano * El 1 de enero de 2011, día en que Gustavo Petro inició su mandato como Alcalde Mayor de Bogotá, la  ciudad se encontraba con obras a media marcha como la Troncal de Transmilenio sobre la Calle 26, que la entonces alcaldesa Clara López no pudo inaugurar por las demoras en su construcción, producto de la corrupción y malos manejos durante el tiempo en que Samuel Moreno estuvo al frente de la capital. Así mismo, estaba  pendiente la entrada en funcionamiento del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP); el Sistema Transmilenio colapsado y la Carrera Séptima a la espera de una decisión que permitiera instalar sobre ella un transporte masivo.

Hoy cuando Petro se encuentra a pocos días de cumplir su primer año al frente de la ciudad, no son muchos los avances que se han podido llevar a cabo, en primer lugar porque su plan de desarrollo comenzará su aplicación a partir de enero de  2013, y en segundo lugar porque en esta primera fase, los alcaldes reciben lo que queda pendiente de la administración anterior, mientras hace los ajustes necesarios y se preparan para dar inicio a la aplicación de su carta de navegación durante su período, y en tercer lugar, porque desde el momento en que tomó el cargo de Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro ha sido protagonistas de fuertes polémicas que han desembocado en una especie de oposición férrea a su obra de gobierno, no solo de parte de los miembros del concejo que han  visto afectados sus intereses particulares, sino también de una élite bogotana que no comparte la idea de compartir el poder con alguien que no solo utilizo las armas en el  pasado para oponerse al sistema nacional, sino que además parece empeñado en darle a la guerra a la empresa privada  al mejor estilo de Hugo Chávez.

Los objetivos del Plan de Desarrollo que el alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro Urrego, presentó a consideración del Concejo Distrital, apuntaron  a superar la segregación social, adaptar la ciudad al cambio climático y priorizar lo público sobre lo privado. Para llevar a cabo tales fines, el burgomaestre propuso una inversión que  asciende a $61,15 billones de pesos, de los cuales $43.23 billones corresponden a la Administración Central, $6.23 billones a los Establecimientos Públicos, $5.24 billones a las Empresas Industriales y Comerciales, $ 0,15 billones a las Empresas Sociales del Estado, $ 2.69 billones a los Fondos de Desarrollo Local y una participación del sector privado estimada en $3.6 billones.

A  pesar de las bondades que pueda tener la carta de navegación del burgomaestre en la capital del país, es claro que las dificultades de tipo político de la administración en el cabildo y en el nivel nacional, se han convertido en el talón de Aquiles para que Petro pueda ejecutar sus ideas en el distrito.

Es así como en primer lugar el alcalde no pudo  consolidar una bancada de apoyo en el Concejo de Bogotá, y por el contrario cuenta con una coalición de oposición que a pesar de darle aprobación al Plan de Desarrollo del burgomaestre, parece no mostrarse a favor de permitirle buscar un cupo de endeudamiento de  4,3 billones de pesos, de los cuales 3,2 billones se destinarían para la construcción de importantes proyectos como Transmilenio por la Avenida Boyacá, y las dos líneas de metrocable del sur de la ciudad.  El burgomaestre tendrá que insistir en su petición al cabildo distrital en 2013, o pensar en otras fuentes de financiación que le permitan ejecutar los proyectos que como los ya mencionados, tienen como objetivo principal mejorar la movilidad en la capital del país.

Así mismo presenta a consideración del Concejo Distrital la idea de  modernizar el sistema tributario de Bogotá, simplificando las tarifas del impuesto de Industria y Comercio para el régimen común, el que pasaría de tener 7 tarifas a solo 3, y dejaría de cobrarse de forma bimensual, para cobrarse una vez al año. El  Impuesto Predial por su parte, dejaría de cobrarse de acuerdo al estrato donde se ubique, y pasaría a estimarse según el valor del predio. Lo anterior, según lo expuesto por la Secretaría de Hacienda, “Hay  predios que se encuentran  en estrato uno y su valor es igual a los de estratos seis”. Con esta iniciativa la administración distrital busca que “quien tiene más, pague más”, idea que parece no gustar mucho a concejales como María Victoria Vargas, quien asegura que la bancada liberal dará voto negativo a la propuesta.

El  Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, cumple un primer año al frente de la administración distrital. Ahora debe darle inicio a su Plan de Desarrollo, tarea que necesita la ayuda del Concejo Distrital que tiene en sus manos la aprobación del cupo de endeudamiento y la modernización tributaria, necesarios para solucionar los problemas de la ciudad.

En materia tributaria, la administración de Gustavo Petro, durante su primer año de gobierno aumentó el recaudo pasando de los $ 4.190.489.594 en noviembre de 2011 a los $ 4.584620.581 a 31 de noviembre de 2012, logrando un incremento del 9.40% con una ejecución del 92.77%, lo que le permite a Bogotá mantener la calificación AAA en manejo de finanzas.

Movilidad de Bogotá, el gran desafío para la administración de Gustavo Petro

Si en materia tributaria el alcalde Petro no tiene mayores preocupaciones, en lo que tiene que ver con movilidad si tendrá razones para mantenerse alerta, porque en primer lugar, muy a pesar de que se tomó la decisión de cambiar  el modelo de pico y placa traído de la administración anterior, que restringía todo el día determinado número de automóviles retornando a la restricción vehicular por horas, según la última encuesta  del Programa Bogotá Como Vamos, el 42% de los bogotanos aseguran que hoy día se demoran  el mismo tiempo que en los desplazamientos hechos durante el año 2011; el 41% respondieron que al día de hoy utilizan un mayor tiempo y solo el  17%, dijeron que actualmente gastan menos tiempo.

Según lo anterior, es claro que se requieren medidas urgentes que ayuden a mejorar la movilidad en la ciudad, no solo por lo que tiene que ver con el tiempo que gastan los usuarios en el desplazamiento entre un lugar y otro, sino también porque Bogotá no cuenta con la infraestructura adecuada para prestar el servicio ideal para los ciudadanos.

En lo que corresponde al Sistema de Transporte Masivo Transmilenio, abandonado a su suerte por las dos últimas administraciones, las soluciones aplicadas en el corto plazo fueron para la ampliación de estaciones en la Troncal Norte (Héroes, Calle 85 y Calle 100); Calle 80 (Escuela Militar y Carrera 77).  Inicio de operación de la estación calle 187 (frente al C.C. Santafé) y la ampliación de más estaciones en la Troncal Norte (Alcalá y Virrey). Sin embargo según el Concejal Juan Carlos Flórez “Las medidas anunciadas para mejorar el servicio de Transmilenio son únicamente para las estaciones del norte y de la 80. El problema de congestión es mucho más amplio, basta con ver los portales o estaciones como Santa Lucía, calle 45, Aguas y  Profamilia.  Es ahí donde debe trabajar el Distrito para darle solución  a los problemas que en esta materia recibió Petro de manos de Clara López y Samuel Moreno”.

Tanto desmejoró el sistema Transmilenio, que hoy día es motivo de insatisfacciones en los bogotanos,  que en tan solo dos semanas en marzo de 2012,  protagonizaron  más de dos  bloqueos protestando por las demoras en las frecuencias, el hacinamiento en los articulados y los constantes atracos, por lo que la administración actual en Bogotá, debe trabajar rápidamente e ir más allá de lo que hasta el momento se ha logrado con los subsidios para las personas en condición de discapacidad,  que cubren  un valor de 12.750 pesos mensuales por usuario (para  unos 50 viajes aproximadamente), y que serán cargados a  las tarjetas personalizadas de acceso a las estaciones de Transmilenio en la calle 26 y la carrera 10 y a  los buses del Sistema Integrado de Transporte (SITP). Según fuentes de la Secretaría de  Movilidad, para encontrar la  solución a los problemas que padece el Transmilenio en Bogotá, es necesario que el alcalde Mayor trabaje de la mano con el Concejo Distrital para que este apruebe el cupo de endeudamiento para la ciudad, porque es con esos recursos que se podría iniciar la construcción de la Troncal de la Avenida Boyacá,  el metro ligero y el arreglo de vías, porque si se aprueba el presupuesto, sin las fuentes de financiación, como acaba de suceder, se retrasaría la ejecución de las obras y por ende la movilidad se vería afectada.

Por último en lo que tiene que ver con el ingreso de los buses del Sistema de Transporte Integrado (SITP), actualmente se encuentran operando 10 rutas del Sistema Integrado de Transporte en la ciudad, 7 de manera permanente y tres más en proceso de pedagogía, sin embargo  según el Secretario de Hacienda Ricardo Bonilla, la implementación de manera improvisada de este sistema,   le está generando  pérdidas al distrito cercana a los  1.000 millones de pesos semanales a Transmilenio, que en este caso es su administrador,  porque según él, están recorriendo rutas desconocidas y arrancaron en rutas nuevas, donde no se estaban sacando buses viejos”. Este sistema fue estructurado durante las administraciones de Luis Eduardo Garzón y Samuel Moreno, correspondiéndole a Gustavo Petro su inauguración, tarea en la que no se diseñó ningún tipo de  campañas de socialización e información al usuario que le enseñara la manera de utilizarlo, por lo que es común verlos rodar por las avenidas de la ciudad,  sin mayor número de pasajeros.

Otro error que se cometió desde el momento en que estructuraron las primeras rutas del SITP, según el Concejal Juan Carlos Flórez, es que se introdujo el modelo, sin planear la salida progresiva del sistema tradicional de las rutas a donde este ingresaba, equivocación que le corresponde corregir a la administración de Gustavo Petro, para que a futuro este no le siga generando pérdidas a Transmilenio.

Número de homicidios se reducen pero el hurto callejero se mantiene

Al finalizar el primer semestre de 2012 la tasa de asesinatos en Bogotá estaba  hoy en 16,7, según cifras del Distrito y la Policía, ubicando  a la capital a una buena distancia del ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo. Durante este período de tiempo el número de homicidios de Bogotá bajó de 17 casos por cada 100.000 habitantes, ubicándose en 16,7, según cifras del Distrito y la Policía, y dejó a Bogotá  a una buena distancia del ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo.

La tendencia a la baja en el número de homicidios en Bogotá se mantuvo a octubre de 2012 cayendo  en un 41 por ciento, al pasar de 144 casos en septiembre de 2011 a 85 en el mismo periodo de lo corrido de este año.

Estos logro se obtuvieron  según el Observatorio de Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris, a medidas tomadas por la administración de Gustavo Petro como la restricción a la venta de bebidas embriagantes en 80.000 establecimientos de la capital, después de las 11 de la noche, reforzamiento al Plan Cuadrante de la Policía Metropolitana, prohibición del porte de armas e implementación de planes conjuntos con la ciudadanía.

Sin embargo no todo es color de rosa en materia de seguridad, porque mientras los homicidios se reducen, el hurto callejero es tema de preocupación para los ciudadanos. Según la última encuesta del Programa Bogotá Como Vamos, de los  mil quinientos encuestados,  el 77% aseguraron haber sido víctimas del hurto callejero, delito en el que el elemento robado en un 59%, correspondió al celular.

Lo anterior preocupa bastante, al  Subdirector de Seguridad y Convivencia de Bogotá  Edgar Ardila, porque según él, “es imposible colocar un policía a cada habitante”, por esto es necesario trabajar de la mano con la ciudadanía, para que esta nos ayude a acabar con este fenómeno, y así mismo desmantelar las mafias organizadas que se han tomado a la capital, tratando eso sí, de rescatar la cultura ciudadana, porque sin esto es muy complicado restablecer la seguridad en todos los aspectos.

A partir del 1 de enero de 2013, Gustavo Petro inicia la implementación de su Plan de Gobierno en Bogotá, en donde no solo debe corregir lo que hasta el momento se ha hecho de manera equivocada, incluyendo lo que venía de las administraciones anteriores, sino aplicar nuevas medidas como la jornada extendida escolar  como paso de transición hacia la jornada única escolar; presionar para que se termine de ejecutar la obra de la Troncal de Transmilenio en la Calle 26 y Carrera 10; estructurar el diseño del Sistema de Tren ligero o Metro Pesado; unificar las tarjetas para los usuarios del SITP, etc. .Todas estas medidas las debe llevar a cabo con la mejor disposición para que los bogotanos no se sientan abandonados a su suerte, medida  que de paso le ha de servir para enfrentar la campaña de revocatoria de su mandato, en cabeza  del Representante Miguel Gómez Martínez.

* Periodista del portal ArcoIris.com.co