Foto: Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia | tomada de elpais.com
/ Por Oscar Fernando Sevillano*. Uno de las razones por las cuales el expresidente Álvaro Uribe Vélez es recordado por los colombianos, además de ser el exmandatario con mejor popularidad al final de su período de gobierno, es por la cantidad de señalamientos e investigaciones que en su contra existen, y que no cesan por más que pasen los días. En la actualidad la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes tiene un total de 289 investigaciones en su contra.
La más reciente investigación que cursa sobre la persona del Álvaro Uribe Vélez, se encuentra en manos de la Fiscalía Sexta Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, quien tuvo en cuenta las declaraciones de los paramilitares Pablo Hernán Sierra, alias ‘Alberto Guerrero’, y Juan Guillermo Monsalve, quienes en declaraciones entregadas al representante a la Cámara Iván Cepeda, en momentos en que visitaba las cárceles del país, acusaron al expresidente de haber ayudado en la formación de grupos paramilitares en San Roque Antioquia, cuando se desempeñó como gobernador de ese departamento, asegurando además, que el Bloque Metro de las AUC, tuvo como base de operaciones la Hacienda Guacharacas, de propiedad de la familia Uribe.
Tal organización, según el testimonio de Guerrero, tuvo como objetivo principal enfrentar al bloque Bernardo López Arroyave del ELN, a quien se señala de haber incendiado la finca Guacharacas en ese entonces, y de aprovechar la ocasión para robar una gran cantidad de cabezas de ganado y caballos de paso fino. Las autoridades judiciales han atribuido a esta organización paramilitar las masacres del municipio de San Roque y el corregimiento de Providencia en este municipio antioqueño.
La respuesta del exmandatario no tardó en darse. A través de su cuenta en twiiter aseguró, “#VenganzaCriminal adelantan investigaciones por infamias contra mi hermano y yo. Dormidas nuestras denuncias contra personajes de la calumnia”.
No es la primera vez que se señala a la gobernación de Álvaro Uribe Vélez en el departamento de Antioquia por estar rodeada de un período de hechos oscuros en los que estuvo involucrado el paramilitarismo. El hoy alcalde de Bogotá y excongresista Gustavo Petro, en sus tiempos como Senador de la República, llevó a cabo un debate en la plenaria donde habló de la situación de orden público en la región durante esta época, en donde según los documentos que mostró, Uribe dio autorización a personas que hoy se encuentran procesadas judicialmente por vínculos con las autodefensas, como Salomón Félix Chadid, Carmelo Cogoyo Lara, el alemán Rudolph Paffen, Julián Bolívar, Rodríguez Pérez Alzate y Jorge Luis Alfonso López (hijo de ‘La Gata’), para que dirigieran grupos de Convivir en la zona.
En ese mismo escenario Gustavo Petro afirmó que la finca Las Guacharacas, fue utilizada por la Convivir Cóndor como base de sus operaciones, y fue más allá revelando además que esta agrupación fue dirigida por Juan Villegas Uribe, diputado a la Asamblea de Antioquia quien tenía contacto permanente con alias ‘Lucas’, un reconocido jefe paramilitar de la zona. El exparlamentario y hoy burgomaestre de la ciudad capital, coincidió en asegurar que en esa finca los paramilitares ejecutaron asesinatos de varios campesinos.
Hacienda las Guacharacas, ¿lugar de siniestras reuniones?
A la par con los cuestionamientos que pesan sobre la persona de Álvaro Uribe, existen versiones que ponen en entredicho algunas reuniones que al parecer se llevaron a cabo en la hacienda las Guacharacas, lugar que según pobladores de la región que fueron testigos del momento en que pasó a manos de la familia Uribe, “significó el desarrollo del caserío”, según contaron al diario El Colombiano para el reportaje “La otra historia de Guacharacas”, realizado por el periodista Gustavo Gallo Machado.
La hacienda las Guacharacas fue adquirida por Alberto Uribe Sierra, padre del expresidente Álvaro Uribe Vélez, a mediados de los años 70, en donde ejerció la actividad ganadera al interior de las 2000 hectáreas que comprendía el lugar, ubicado en el corregimiento Providencia del municipio de San Roque en Antioquia.
Exparamilitares aseguran que el Bloque Metro de las AUC, tuvo como base de operaciones la Hacienda Guacharacas, de propiedad de la familia Uribe.
El primero de los hechos sangrientos que sucedieron al interior de esta hacienda, se dio cuando el 14 de junio de 1983, Alberto Uribe fue asesinado por un grupo de guerrilleros de las Farc y su hijo Santiago fue herido en el intercambio de disparos. Más adelante, en el año de 1995, guerrilleros del Eln quemaron la casa principal, amenazando a los trabajadores del lugar, quienes se vieron en la necesidad de abandonarla para proteger sus vidas. En adelante, según las denuncias que se han realizado, las Guacharacas se convirtió en el centro donde se planeó la creación de bloques paramilitares, asesinatos y masacres, convirtiendo a toda la región cercana en territorio del terror, en donde hubo alrededor de 30 muertos, desplazamientos y desapariciones, y en las investigaciones judiciales que sobre estos hechos se han adelantado, aparecen los nombres del expresidente Álvaro Uribe Vélez y su hermano Santiago.
La gobernación de Álvaro Uribe estuvo rodeada de hechos oscuros
Entre los años de 1995 y 1997, Álvaro Uribe Vélez asume como gobernador del departamento de Antioquia, nombrado como Secretario de Gobierno a Pedro Juan Moreno, y los generales Alfonso Manosalva y Rito Alejo del Río, se hicieron comandantes de las brigadas Cuarta y Decimoséptima, respectivamente.
Para estos tiempos, según las denuncias hechas por la exalcaldesa Gloria Cuartas “los paramilitares dominaron la región e ingresaban a las instalaciones de la Brigada XVII en motocicletas y otros vehículos sin ningún obstáculo”. Fue también cuando ocurrieron los hechos en los que se dio la desaparición de 16 personas del corregimiento La Esperanza, en el oriente antioqueño, por órdenes de Omar Isaza, quien a su vez seguía las instrucciones del general Manosalva y el mayor David Hernández también de la Cuarta Brigada, según las declaraciones de Ramón Isaza.
Fue en estos tiempos cuando ocurrió la masacre del Aro, lugar donde los paramilitares: durante una semana torturaron y sometieron a sus vejaciones a 17 de sus víctimas; quemaron 42 de las 60 viviendas; robaron 1.200 reses y forzaron a 702 habitantes a huir del lugar para salvar sus vidas.
Según el testimonio del exparamilitar Francisco Villalba, asesinado días después de rendir declaración ante las autoridades de Justicia y Paz en febrero de 2008 y de ratificar su testimonio ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes el 22 de abril de 2009, el expresidente Álvaro Uribe y su hermano Santiago, asistieron a la reunión en la que se planearon los hechos, junto con Mancuso, alias Cobra, alias Noventa, Carlos Castaño, Junior y los 22 hombres que supuestamente tenía bajo su mando”.
Agregó que luego de la matanza se celebró otra reunión en la que además de varios jefes paramilitares, como Mancuso y Carlos Castaño, estaban nuevamente Álvaro y Santiago Uribe, y que el entonces gobernador de Antioquia felicitó a quienes perpetraron el hecho. Habló además de cómo el helicóptero de la gobernación sobrevoló la zona durante la masacre. A este último suceso también se ha referido Gustavo Petro en varias ocasiones. Por estos hechos la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano a cancelar un total de $3.500 millones de pesos a los familiares de las personas asesinadas en este lugar.
Un hecho innegable durante la gobernación de Álvaro Uribe en el departamento de Antioquia son los altos registros de acciones armadas en la región. Para este entonces las estadísticas hablan de un total para 1995 de 328 acciones armadas; en 1996, el número subió a 394; en 1997, se presentaron 2.482. Es decir, el incremento fue del 630 por ciento. Fue para ese entonces cuando paramilitares y soldados jugaron un partido de fútbol utilizando como balón la cabeza de Marino López, un campesino a que habían asesinado, señalándolo de guerrillero.
Durante este periodo de tiempo, según la investigación para Semana.com del periodista Juan Esteban Mejía “los grupos paramilitares se multiplicaron de la noche a la mañana. Para 1997, en Antioquia estaban las Accu, las Autodefensas del Magdalena Medio, los Antiterroristas del Nordeste, Colombia Sin Guerrilla, Muerte a Comunistas y Guerrilleros del Nordeste, el Comando Urbano Paramilitar de Medellín, la Red Urbana Paramilitar, los dos Comandos de Autodefensas Barriales, el grupo La Metro y el grupo Muerte a Sindicalistas (Mas)”.
Le queda entonces a la justicia colombiana definir si las acusaciones que se hacen sobre la persona de Álvaro Uribe Vélez, por supuesta colaboración con el paramilitarismo en Colombia, son ciertas o falsas, estableciendo además, si los hechos que rodearon su gobernación en Antioquia, están ligados a su gestión al frente del departamento o son solo cuestión de mera coincidencia.
* Periodista del portal ArcoIris.com.co