Foto: Gustavo Petro, alcalde Mayor de Bogotá | Bogotá Humana
/ Por Oscar Sevillano*. A pocos días de cumplir su primer año al frente de la Alcaldía Mayor de Bogotá, Gustavo Petro enfrenta un proceso de recolección de firmas que busca su revocatoria del cargo, que curiosamente no parece contar con el apoyo de sus principales opositores.
“Petro no tiene ni idea de gobernar. Ni de administrar. Ni de gerenciar. Pero de hacer política sí sabe. Por eso la propuesta de su revocatoria le llega como caída del cielo. Le da la licencia que necesita de meterse en una campaña cuasi electoral para no dejarse tumbar”, expones María Isabel Rueda en su columna del domingo pasado para no apoyar el proceso de revocatoria al alcalde de Bogotá, en cabeza del congresista del Partido de la U Miguel Gómez Martínez, quien parece estar solo en esta travesía, luego de que ha quedado claro que ni siquiera su colectividad le acompaña en esta idea, a pesar de que esta se encuentra en oposición total a la administración de Bogotá.
Por los lados del liberalismo tampoco suena mucho la idea, a pesar de que reconocen que mediante esto se manifiesta la inconformidad de la ciudadanía, sin embargo concejales como Horacio José Serpa y Migue Uribe Turbay, consideran que con esto no es suficiente para iniciar una revocatoria.
Ex alcaldes como Luis Eduardo Garzón y Enrique Peñalosa, quienes se muestran en desacuerdo con algunas medidas tomadas por la administración de Gustavo Petro, que desconocen logros anteriores como campañas de cultura ciudadana, modernización urbana y avances en lo social, han dicho que no comulgan con esta iniciativa. Garzón por ejemplo, aseguró a través de los micrófonos de Caracol Radio “que no es partidario de adelantar una campaña de revocatoria ni nada por el estilo” y Peñalosa por su parte, rechazó la iniciativa a través de su cuenta en twitter afirmando que, “No participaré en revocatoria al alcalde Petro, pero respeto que muchos ciudadanos no quieran quedarse quietos mientras desbaratan su ciudad”.
De esta manera el representante a la cámara Miguel Gómez Martínez, iniciará solo las maratónicas jornadas, para recolectar un total de 290 mil firmas de ciudadanos que tengan su cédula inscrita en Bogotá, y así cumplir con el primer requisito que le permita llegar a una consulta popular, en donde se pregunte a los bogotanos, si desean que Gustavo Petro continúe en el cargo de burgomaestre de la capital, proceso que debe contar con un mínimo de 890 mil votos para revocar el mandato, y llamar nuevamente a elecciones.
Según las cifras de la Registraduría Nacional del Estado Civil, si este proceso llega a darse, tendría un costo calculado en los 40 mil millones de pesos, y la logística es la misma que se utiliza en un proceso electoral.
Aún así, Gómez Martínez parece no desistir de su idea, muy a pesar de las críticas que ha recibido de parte de su colectividad, la misma que le acusa de haber iniciado un proceso de manera inconsulta, argumentos que el descalifica, porque considera que su iniciativa no tiene tinte político, sino que es de carácter ciudadano, y señaló a través de los micrófonos de Caracol Radio, al gobierno nacional y los miembros de la U de estar interesados en ingresar a la administración de Petro, «a mí no me extraña que ellos no quieran la revocatoria de Petro, porque cambiarles las reglas de juego a los políticos no les conviene. Yo no participo en la mermelada Distrital, esta ciudad merece cambiar de rumbo, si no, en poco tiempo va a volverse invivible», aseguró el congresista en entrevista para el medio radial.
Así las cosas el debate por la continuidad de Gustavo Petro en la Alcaldía Mayor de Bogotá, saldrá a las calles en los próximos días, por cuenta de la iniciativa que busca revocarle su mandato, mientras el gobierno distrital piensa en la manera de hacerle frente y encuentra la fórmula ideal, que le permita demostrar a la ciudadanía, que está en toda la capacidad de gerenciar y administrar una ciudad como Bogotá.
* Periodista del portal ArcoIris.com.co
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