Foto: Andrés Piscov / Secretaria de Prensa, Presidencia.
Las cumbres de presidentes suelen ser protocolarias, aburridas y de pocos avances. Pero a la Cumbre de las Américas que se celebrará en Cartagena en abril se le han puesto dos ingredientes que suenan interesantes: el debate sobre la exclusión de Cuba, que ya cuenta con la airada ausencia del presidente ecuatoriano Rafael Correa; y el que se vaya a abordar el debate de la política anti-drogas, contemplando por primera vez escenarios como el de la legalización.
Santos anda en eso y que sea Colombia, un país que durante tres décadas ha seguido la cartilla norteamericana en esta materia, tiene mucho peso. Además, si se tiene en cuenta que la mayoría de los países de sur-américa son críticos del enfoque militar que le ha dado Estados Unidos al tema, el asunto suena más que interesante. Si bien nadie espera un giro en la política, activar el diálogo y desmitificar la palabra “legalización” es un avance. Por eso en este primer intento de cambiar el paradigma fracasado que ha imperado hasta ahora, Santos dijo recientemente que acudirá a una “metodología” para incentivar ese diálogo y que no se quede sólo en carreta.
Con la metodología por escenarios del experto canadiense Adam Kahane se abordará en la Cumbre de las Américas de Cartagena el espinoso tema de la lucha contra las drogas, su fracaso y eventual avance hacia la legalización.
Se trata de la metodología del canadiense Adam Kahene, uno de los expertos mundiales en promover diálogos sobre graves conflictos y en sintetizar escenarios de futuro frente a ellos.
Kahene es un físico graduado con honores de la Universidad McGill (Montreal), tiene una maestría en Economía Energética y de Recursos de la Universidad de California (Berkeley), y una maestría en Ciencia de la Conducta Aplicada de la Universidad Bastyr Seattle. También ha estudiado negociación en la Escuela de Leyes de Harvard, y chelo en el Instituto Marguerite-Bourgeoys.
Es miembro de la Academia Mundial de Arte y Ciencia, la Comisión de Globalización, el Diálogo de Líderes Empresariales del Instituto Aspen, la Sociedad para el Aprendizaje Organizacional, la Red de Liderazgo Global y la Red Empresarial Global.
Ingresó a trabajar en la Royal Dutch/Shell en Londres en coordinación de Planeación por escenarios, en sus palabras “Allí aprendí el método de planeación por escenarios, mi maestro, Kees van der Heijden, enseñaba que el propósito de la planeación por escenarios era observar el mundo y ayudar a las organizaciones a adaptarse a él; y que hablar en una forma idealista sobre el futuro que quisiéramos era no sólo impropio sino peligroso, pues por estar pensando en lo que uno desearía para el futuro, se pierde importantes señales que no se ajustan a sus deseos. Como decía van der Heijden :”Si uno vuela en un planeador sólo tiene escenarios para la dirección del viento; y si se pone a hablar sobre opciones para dicha dirección, como si sus deseos pudieran influir en ella, se expone a un grave accidente.”
Esta forma de pensar no convencía a Kahene, “pues implicaba que la Shell, una de las corporaciones más grandes del mundo, no tenía ni debía tener influencia alguna en el mundo. Salvo en asuntos que afectaran directamente al negocio, nuestra tarea consistía en observar y adaptárnoslos mejor posible. Este es el modo de pensar predominante sobre estrategia pero dudaba que fuera una posición responsable.”
Kahene buscaba retos para innovar la planeación y el abordaje responsable de temas complejos, pronto le llegaría un reto enorme.
En 1991 y 1992, Kahene facilitó el Proyecto de Escenarios de Mont Fleur, en el que un grupo diverso de sudafricanos trabajó conjuntamente para efectuar la transición del régimen del apartheid hacia un gobierno democrático. Hacía apenas un año que Nelson Mandela había sido puesto en libertad y la oposición de izquierda se había legalizado; eran las primeras elecciones en las que tomarían parte todos los grupos étnicos.