Kennedy es la segunda localidad en la capital del país, con más de 1 millón de habitantes según estudios de la Cámara de Comercio de Bogotá. En ella, el 42% de la población son jóvenes menores de 25 años y se encuentra un total de 23.907 empresas, siendo la tercera localidad en número de negocios en Bogotá con el 9.6% del total de la ciudad, de los cuales el 99% de estos son medianos y pequeños.
Kennedy cuenta con un número importante de colegios públicos y privados, lo que sumado al número de empresas que territorialmente se ubican en su interior, la hace atractiva para la población flotante, en su mayoría de localidades y municipios vecinos (Bosa, Puente Aranda, Tunjuelito y Soacha).
A lo anterior se le agrega la presencia de la Central de Coorabastos, fuente de empleo para personas de estratos 1 y 2 de Bogotá, algunas de las cuales habitan en los sectores deprimidos de los alrededores del principal centro de abastecimiento de productos agrícolas del país.
El importante número de personas que habitan en Kennedy, en barrios clasificados en estratos del 1 al 5, sumado a toda la población flotante, hacen de esta localidad, una ciudad dentro de la capital del país, que cuenta con todos las características buenas y malas que existen en una metrópolis como Bogotá, de los cuales la inseguridad ocupa uno de los primeros lugares en las preocupaciones de las autoridades civiles y de policía.
Según los estudios publicados por la Cámara de Comercio de Bogotá, el número de homicidios en la localidad de Kennedy para el año 2010, fue de un total de 245, según datos de Medicina Legal, 106 más que en Bosa y 45 menos que en Ciudad Bolívar.
El asunto de seguridad y convivencia fue tema de investigación de parte del Observatorio de Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris, en conjunto con la Secretaría Distrital de Gobierno durante el último año.
A través del cual se logró establecer que dentro la localidad cohabitan actores ilegales que aprovechan las instalaciones de la Central de Abastos para desde ahí camuflarse y operar en la ciudad a través de diferentes redes, dedicadas al hurto de celulares, tráfico de drogas, compra de armas etc.
Eso no solo ha puesto en riesgo la vida y la seguridad de los habitantes del lugar, sino también de poblaciones vulnerables, como lo pudo establecer el Programa de Poblaciones Afectadas por el Conflicto de la CNAI, que durante los últimos cuatro años trabajó con organizaciones de víctimas del conflicto armado con asentamiento en la localidad de Kennedy.
Bosa es la localidad número siete del Distrito Capital de Bogotá. Se encuentra ubicada al suroccidente de la ciudad.
La localidad de Bosa está divida en cinco UPZ (Unidades de Planeamiento Zonal), las que a su vez se subdividen en barrios. Según cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá, en Bosa se encuentran ubicadas familias de los tres primeros estratos (Estrato 2: 87,8% Estrato 1: 5,6% y en menor medida Estrato 3: 2,6%).
Bosa tiene 554.389 habitantes y representa el 7,6% de la población total. En Bosa, hay 10.424 hogares en condiciones de pobreza y 418 en miseria. Dentro de los hogares pobres, el mayor número vive en condiciones de hacinamiento crítico, y otro porcentaje significativo con alta dependencia económica. El índice de Condiciones de Vida es del 88,3%.
La descripción del perfil que hace la Cámara de Comercio de Bogotá de la localidad de Bosa dice que en ella se encuentran 6.602 empresas, de las cuales 2.883 se dedican al comercio y reparación de vehículos automotores y 1.140 a la industria.
La mayoría de las empresas se localiza geográficamente en la parte sur de la localidad, cerca de sus avenidas principales. Se destacan por su concentración empresarial los barrios tradicionales de Villa del Río, Jiménez de Quesada, San pablo, El Retazo, Olarte, Gualoche y Bosa. El 76,4% de las empresas de Bosa se encuentran localizadas en las UPZ de Bosa Central y Bosa Occidental.
En esta localidad, el Programa de Poblaciones Afectadas por el Conflicto de la Corporación Nuevo Arco Iris, prestó asesoría y acompañamiento a organizaciones de víctimas de la violencia en Colombia, que llegaron a Bogotá huyendo de la guerra en las regiones del país.
Estas organizaciones, al igual que las que se encuentran ubicadas en las localidades de Kennedy y Ciudad Bolívar, han visto afectadas su seguridad, no solo por la actividad delincuencial propia de la zona en la que viven, sino también por las amenazas a través de panfletos, que en algunas ocasiones han provocado el desplazamiento de algunas personas que pertenecen a estas comunidades, hacia otros lugares de la capital.
Ciudad Bolívar es la localidad de Bogotá a donde han llegado el mayor número de personas en situación de desplazamiento de las distintas regiones del país que han sido azotadas por la ola de violencia junto con miles de familias campesinas, que sin ser necesariamente del grupo de poblaciones afectadas por el conflicto, llegaron a la capital del país en busca de un mejor progreso.
A pesar de que el asentamiento en Ciudad Bolívar de personas venidas de otros lugares del país, se empieza a dar en los años 50 en condiciones de pobreza extrema. Hoy día, luego de más de cuatro décadas, la situación de esta zona de la capital del país no ha mejorado a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho en el nivel distrital por darle a los habitantes de esta localidad las garantías para que mejoren su calidad de vida.
Dentro de los esfuerzos que se hacen desde las instituciones distritales, se encuentra la lucha que se ha venido dando desde años atrás para que la inseguridad en Ciudad Bolívar mejore día a día, tema que, a pesar de toda la atención que le han puesto las distintas administraciones que han dirigido los destinos de Bogotá, hoy día no ha logrado reducir los indicadores de inseguridad de Medicina Legal y la Policía Nacional.
Este factor de inseguridad en Ciudad Bolívar genera riesgos para la vida de sus habitantes, entre los que se encuentran personas que se han organizado en asociaciones de víctimas del conflicto armado que buscan mejorar su capacidad de gestión e incidencia en su territorio, buscando resistir a las distintas formas de violencia que hacen presencia en la localidad (grupos armados al margen de la ley, delincuencia común, crimen organizado etc.).
La Corporación Nuevo Arco Iris, a través del Programa de Poblaciones Afectadas por el Conflicto Armado, tuvo la oportunidad de ayudar a fortelecer estos procesos brindándoles asesorías a algunas asociaciones de población vulnerable y acompañarles en su lucha por resistir a las acciones de los grupos ilegales, crimen organizado y delincuencia común con asentamiento en la zona, con acciones no violentas que permitieran una mejor capacidad de organización y gestión en su lucha por la reclamación de sus derechos.
Dichas agrupaciones han sido testigos de panfletos que llegan a las casas advirtiéndoles que sus vidas corren peligro a partir de determinada hora y exigiendo la salida inmediata de determinado grupo poblacional (mujeres en situación de prostitución, jovenes raperos etc.).